El Sol, como todas las estrellas pasa por diferentes estados evolutivos a lo largo de su vida. Actualmente está en la mitad de la fase más larga llamada secuencia principal, en la que su nucleo de hidrógeno se va convirtiendo poco a poco en helio debido a su altisima temperatura. Este proceso se acabará cuando agote el hidrógeno del nucleo, dentro de unos 5 eones. Se iniciará entonces una etapa convulsa en la que pasará por varias fases de expansión-contracción en las que perderá parte de sus capas externas. Si hay vida sobre la Tierra, los intensos vientos estelares se cargarán la atmósfera. Luego, en la fase de gigante roja se tragará Mercurio y Venus. La Tierra se habrá alejado del Sol por su pérdida de masa y se librará, aunque perderá toda su agua, incluso podría fundirse su corteza. Finalmente del Sol quedará sólo su pequeño y denso nucleo de helio que brillará durante eones enfriándose lentamente. Esa fase se llama enana blanca. La Tierra permanecerá en un eterno y frío invierno.
Este es, mas o menos, el modelo evolutivo aceptado actualmente para estrellas de masa solar.